viernes, 12 de junio de 2009

la pobresa un problema de todos

un articulo interesante

Aunque nuestra Carta Magna dedica su Artículo Tercero al tema de la educación como derecho de todos los mexicanos y establece el compromiso y la obligación del Gobierno de procurarla y garantizarla sin excepciones, de repente no podemos mas que preguntarnos si tal compromiso es asumido a profundidad y en todas sus dimensiones por quienes nos rigen y por las dependencias que de algún modo influyen sobre la formación y el desarrollo intelectual, ético y psicológico de niños y jóvenes.

El principio no se desconoce, puesto que, cuando se diseña un proyecto de Gobierno o se da a conocer el plan de trabajo de una nueva administración, el factor “educación” recobra su carácter prioritario y cualesquiera que sea la divisa o el color del candidato, en cuanto habla para exponer su preocupación social y su vocación de servicio, salen a relucir palabras como escuela, educación, aprendizaje, modelo educativo, maestros, aulas, capacitación, desarrollo intelectual del estudiantado, clave del progreso…, dibujando un panorama maravilloso. Entonces renace en nuestro espíritu la convicción de que ahora sí pondremos fin a la ignorancia, se elevará el nivel de aprovechamiento, nuestros estudiantes estarán disputando los primeros sitios en la tabla mundial de evaluación del conocimiento y construiremos un rostro más feliz para México.
Por desgracia, el mal ejercicio de la política en nuestro país “tanto de contendientes como de electores” hace que, una vez que el triunfador (presidente, gobernador, alcalde, secretario, director…) toma posesión de su cargo, los mejores proyectos se transformen en palabras y las promesas alentadoras, en una nueva decepción que durará hasta que el ciclo se repita de nuevo, con los mismos resultados.
Decir que no hay intentos de cambio en el sistema educativo nacional sería mentira, pero creer que se hace lo mejor también es falso. Las estrategias fallan, primero porque el tema es uno más entre todos los que componen la demagogia electoral y como tal, está condenado a morir en cuanto se obtiene lo que se busca. Luego, porque los modelos que se adoptan poco tienen qué ver con nuestra idiosincrasia, necesidades y recursos; se implantan de manera improvisada, sin capacitar debidamente a sus administradores, sin preparar terreno ni medir consecuencias: de un día para otro se imponen cambios radicales, sin ensayarlos antes con grupos de muestra para darles seguimiento, evaluar objetivamente sus logros, corregir los errores y trabajar de verdad para el bien de los alumnos.
Y suponiendo que la atención y los cambios al sistema educativo prometidos en las campañas resultasen idóneos, no llegamos a cosechar frutos, porque el espíritu de continuidad no existe en nuestra tradición política. Ideas, esfuerzo y mucho dinero son dilapidados periódicamente, mientras nuestros niños y jóvenes aprenden menos y desperdician el tiempo y las oportunidades que les brinda la época actual.
El tema es insoslayable, porque la educación define a pueblos e individuos; en términos prácticos, determina el progreso o el estancamiento de una nación, es el agente transformador que permite pasar del sueño a la realidad y abre las puertas de la libertad intelectual, política, económica. Pero no podemos ser libres en tanto dependamos de lo que piensan, hacen y proyectan otros que sí lo son, ni mucho menos, dejando la responsabilidad en manos ajenas. Y si en las escuelas la educación está condicionada por factores tan distantes del conocimiento significativo y aplicable para aprender y progresar, la que se da fuera de las aulas, hoy por hoy se manifiesta decadente en todos los órdenes y como una verdadera amenaza, en cuanto se refiere al desarrollo intelectual y moral de la persona.
El proceso formativo de costumbres, valores, ideas e intereses que tiene lugar fuera de la escuela es, sin duda, más importante y trascendente que el que ocurre dentro. Asimismo, es inevitable, continuo y permanente. Y este aprendizaje en el que no pensamos demasiado y del que ni en los discursos políticos se habla, hoy como nunca se encuentra inmerso en un conjunto de variables de tipo moral y social que representan focos de alarma sumamente serios para el presente y futuro inmediato de nuestros niños y jóvenes. Los modelos familiares que propiciaban la adquisición de valores tan naturales como la amabilidad, la cortesía, el respeto a los demás, el comportamiento honesto, la limpieza y el orden, van resultando obsoletos.
Esto se debe, entre otras cosas, a que el conjunto de personas y hábitos que conformaba la familia, prácticamente está dejando de existir: hay casa, papá y mamá e hijos, pero cada vez con más frecuencia se ven y se comportan como entidades aisladas, cuyo único vínculo parece ser el dinero que uno da, otro administra, otro pide y todos consumen y cuyo destino es la satisfacción de necesidades y caprichos, también individuales e incompartibles. Pero por más que ayude a resolver problemas, el dinero no estrecha los vínculos afectivos de una familia, no corrige comportamientos vulgares o irrespetuosos entre sus miembros y entre éstos y las demás personas; no puede asegurar orden en el pensamiento y en el comportamiento de un individuo, ni que éste exprese sus ideas, pero permita y escuche las de los demás; el dinero no nos hace generosos ni considerados con las personas mayores o tolerantes con quienes no son o no piensan como nosotros.
El problema es la falta de un modelo que en la convivencia afectuosa de cada día transmita y refuerce normas de comportamiento social, el amor a la verdad, el valor de la dignidad y el recato, la defensa de la intimidad, la necesidad de la fe, la defensa de la justicia y la importancia de la armonía, la mutua colaboración y la paz. La carencia de este modelo –que no corresponde al aula, sino a la casa– da como resultado personas egoístas, preocupadas únicamente por satisfacer sus antojos inmediatos, indiferentes ante el sufrimiento, los problemas y las necesidades de los demás, incapaces de pensar con profundidad, de concentrarse en situaciones que exijan esfuerzo, obsesionadas por un materialismo que lo domina todo y dispuestas a cualquier cosa, con tal de obtener la satisfacción placentera y fácil de sus deseos.
Claro que estas conductas no derivan sólo del factor familia; resultan de la combinación de éste con otros, como las dosis masivas de televisión a que se somete la mayor parte de la población mexicana. Con una falta de creatividad vergonzosa, la televisión nacional nos va dejando sin opciones, ocupada en producir programas baratos, sin calidad de contenido ni de forma, donde la imitación, la parodia y la repetición muestran cómo el ingenio mexicano ha desaparecido de la escena. Fuera de “El Chavo” (insustituible 30 años después) y las noticias (?), cualquier otra cosa que se vea es un bombardeo de actuaciones y comentarios malos y de mal gusto, cuyas constantes son la estupidez, la frivolidad, la vulgaridad y los gritos de los conductores como única forma de comunicación.
El modelo aportado por la televisión es fácil de definir: los malos se salen con la suya, los que mienten y ofenden resultan exitosos, la depravación y el descaro acaparan los horarios estelares, nuestra preciada intimidad queda al descubierto bajo el disfraz de modernidad y “educación sexual”, ventilando enfáticamente y a toda hora mil fórmulas para mantener erecciones, multiplicar orgasmos y adivinar el futuro, cual si se tratara de métodos para producir mejores cosechas, aprovechar el agua o desaparecer la pobreza del planeta. Las temáticas de telenovelas y reality shows no merecen ser mencionadas. Sin embargo, no puedo dejar de reclamar a la SEP, a quienes encabezan RTC, a los representantes ciudadanos, a las familias y a cualquier tipo de autoridad educativa y con un mínimo de sentido moral y de preocupación por el desarrollo de niños y jóvenes, la falta de responsabilidad social y el incumplimiento en que incurren al tolerar no sólo los bodrios de mal gusto y peor realización que llenan el tiempo y absorben los recursos dedicados al entretenimiento del usuario, sino todo el conjunto de vulgaridades, tonterías y materiales indeseables transmitidos por la televisión comercial y que, inexorablemente, están aportando toneladas “que no granos” de arena a la educación informal pero definitiva de los mexicanos de hoy.
Ni las escuelas ni los maestros, suponiendo que encontrásemos la panacea para lograr un aprendizaje efectivo y transformador, podremos competir jamás con la penetración de la tele y la eficacia y permanencia de sus mensajes. El compromiso señalado por la Ley, en cuanto a que las acciones del Estado en materia educativa deben “contribuir a la mejor convivencia humana y robustecer en el educando, junto al aprecio por la dignidad de la persona y la integridad de la familia, la convicción del interés general de la sociedad”, no está siendo cumplido.
México y las generaciones que inadvertidamente son víctimas de la televisión deformadora, deberán pedir cuentas a su magisterio y a la irresponsabilidad de quienes, debiendo supervisar y propiciar su buen uso, prefieren volver la mirada a otra parte y esperar que el tiempo se encargue de reparar el daño. Lástima que las probabilidades sean tan pocas.

analisis de un libro

la historia de la educacion en mexico

Propósitos fundamentales que la educación rural mexicana debe perseguir.
Rafael Ramírez
Consiste en incorporar a la masa campesina ahora retrasada a la cultura moderna, se debe señalar que el progreso de esto no era posible al 100% ya que la pobreza de las masas era muy extrema y el estándar de vida muy bajo ya que a pesar de todos las escuelas que habían y campesinos seguían teniendo las mismas condiciones de vida uno de los propósitos de la educación era eso cambiar su vida y elevarla ya que necesitaba atender todos los aspectos de la vida.
El gran periodo constructivo del movimiento educacional de México surgido de la revolución la iniciación del movimiento educativo realizada por Vasconcelos tubo varios antecedentes, la vida rural que provenían las dos terceras partes de pueblo y que el gobierno había olvidado
En 1911 la ley de educación tenía los siguientes puntos:
Crear escuelas que enseñaran a leer y hablar el castellano al asistir a las escuelas rudimentarias ayudaba a estos pero no bastaba para cubrir por completo todas sus necesidades y al final todos terminaban a abandonando
La escuela en 1918 se determina que había de excluir a los adultos de la enseñanza y que el programa que debía de extenderse.
Rafael Ramírez. El maestro rural un maestro tienen que hacer un triple trabajo enseñar a los niños, a los adultos y mejorar la comunidad y ser lideres en su comunidad, este debe trasmitir a las nuevas generaciones la herencia espiritual de la raza.











Los maestros en la revolución

En 1917 las escuelas primarias se trasfieren a los ayudantes de distritos y de los territorios federales, en estos años la política paso a ocupar un papel mas importante en la instrucción publica.
Una de las principales consecuencias del patriotismo y del nacionalismo profesional fue el acentuar su carácter de profesión de estado y grupo profesional aliado a los gobiernos revolucionarios las escuelas normales cubrían una función ambigua respecto a los cambios sociales.
Maestros revolucionarios y victimas de la revolución hubo mas maestros que otras profesiones.
Durante la revolución los maestros sufrieron una situación precaria sobre todo cada ves que la política cambiaba, el enrolamiento masivo de los maestros a la revolución ocurrió la lucha armada contra el gobierno de huerta, otro cambio en 1911 cuando francisco y madero arribo a la presidencia, un grupo de alumnos abandono la normal y se sumo a la revolución.
Los maestros revolucionarios y catedráticos normalistas quisieron incorporar la normal a la nueva universidad con el mismo rango que las demás escuelas pero las escuelas normales preparaban para la educación primaria y los universitarios para los demás grados, la revolución reprocho el elitismo a la universidad para someterla.
La educación media: un territorio movedizo y disputado entre los universitarios los normalistas en su lucha por su identidad profesional las maestros enfrentaron una doble desventaja la crisis de las escuelas normales heredadas por el porfiriato la politización del reclutamiento.
Las escuelas que eran del estado se superaron a la escuela normal lucho y ahora es una licenciatura la profesión docente trasformada por la revolución la creciente intromisión en la política tanto en escolar como en los proyectos mas generales los caudillos ya no veían en los maestros solo a un maestro sino que veían también su potencial político individual y colectivo se inician las primeras huelgas magisteriales, la revolución fue la ampliación de oportunidades políticas para el magisterio al triunfo de los constitucionalistas ese grupo consiguió gracias al gobierno preconstitucional de Carranza un dato igual y en ocasiones mejor.





EL DEBATE NACIONAL SOBRE EL PROYECTO DE VASCONCELOS

Tras la presentación del un plan para crear la Secretaria de Educación Publica se inicia una campaña para la creación de dicho proyecto.
La política del país se mostró partidaria de la Secretaria de Educación inclusive la prensa de aquel tiempo.
Vasconcelos consideraba que su deber como director era hacer una gira por la republica para promover la reforma aprobada por el Congreso de la Unión.
E hizo una llamada apremiante a favor de la lucha contra el analfabetismo para ello la primera currícula decía lo siguiente:
“Quienes hubiesen cursado como mínimo hasta tercer grado de primaria y que desearan dedicarse a la enseñanza de lectura y escritura de modo gratuito”
Las personas que aceptaran les otorgaban un diploma el cual le acreditaba como profesores numerados de educación elemental y serian obligados a dar por lo menos una clase a la semana de lectura y escritura a dos o mas personas.
Vasconcelos lanza la campaña de desayunos escolares donde las escuelas debían compensar las deficiencias físicas y sociales que afectaban el aprendizaje, con la distribución de desayunos escolares se revelo la extrema pobreza de algunos niños.








Escuelas racionalistas

Las primeras escuelas racionalistas tenían la finalidad de forma a los hombres libres y fuertes.
En la actualidad la escuela racionalista tiene las siguientes características;
Intelectualismo: Considerado como el cultivo exclusivo de actividades intelectuales por medio de repeticiones.
Verbalismo: Esa es la observación directa de la realidad, la acción y el trabajo espontáneo.
Autoritarismo: No es más que la disciplina de un reglamento y contribuye a fomentar el conservatismo y el parasitismo social.
Automatismo: Es la ejecución mecánica por parte de por parte de un niño hacia un acto ordenado por el maestro.
Aislamiento: Supone al desenvolvimiento del niño en la escuela y fuera de ella.
Individualismo: Prohíbe y castiga la ayuda mutua entre los alumnos.
Separación de sexo: Resabio de la vida contextual se afirma que al cumplir con este punto las leyes de la naturaleza contribuye a erradicar la inmoralidad de la sociedad.
Laicismo: Pretende terminar el conflicto entre la ciencia y la religión.
Por lo regular el gobierno apoya a este tipo de escuelas por que pose los mismos tipos de ideales







EN BUSCA DE UNA EDUCACION REVOLUCIONARIA.

Poco después de la renuncia de Vasconcelos a la Secretaria de Educación se pensó en la educación como una panacea pero radicalmente distinta, ya que no se trataba de educar al pueblo en los ideales humanistas de la cultura occidental y hacer que la educación se convirtiera en el progreso y desarrollo económico.

El desplazamiento de los ideales revolucionarios al ámbito de las ideas es muy explicito, de la ausencia de logros palpables en el campo de la acción educativa.

El radicalismo educativo a muchos les pareció una simple estrategia gubernamental para calmar la agitación política por esa razón fue muy criticada.

El error fundamental radicaba en que confiaban demasiado en el poder de transformación de la educación.











La conquista educativa de los hijos de asís

Las avanzadas educativas franciscanos en la época inmediatamente posterior a la conquista de México de acuerdo con esa mentalidad la sociedad humana se componía en términos generales de los grupos de hombres uno de gobernante y otros de gobernados, no cabía entre ambos disensión o antagonismo alguno se hallaban vinculados por la autoridad. La autoridad del grupo gobernante se fundaba en su misión social de protector y sobre todo de administrador de la justicia; la obediencia garantizaba al gobierno, paz y seguridad. Una segunda reflexión que los fransicanos no pasaron jamás en sustituir la comunidad indígena por una comunidad de estilo español si no que quisieron consérvala entera, en su jerarquía de autoridades tradicionales. E único cambio qué se propusieron importante fue que el cristianismo ocupara el trono que hasta entonces había ocupado la religión prehispánica.
El virrey francisco Toledo lo expreso también a su manera Mande proveer que ninguna manera se bauticen los indios sin primero se les enseñe la doctrina cristiana y ley natural política civil. Por los franciscanos cabe distinguir por lo menos cuatro ramas: la educación para hijos de la menoría directora, la enseñanza práctica son miradas a la capacitación profesional y la educación de niñas indias.
Para la historia del país a cargo de los mismos frailes la alfabetización el lengua náhuatl. Algunos hijos de los principales de tetzcoco fue a quienes Pedro de gante y sus compañeros recogieron para enseñarles “a leer y escribir, cantar y tañer instrumentos musicales y la doctrina cristiana, la educación franciscana en las escuelas monasterio nos recuerda la tradición del calmecac se les enseño a levantarse a medianoche a rezar maitenes de nuestra señora.




El gremio de maestros de primeras letras
En el año 1523 los herreros pidieron permiso de formar un gremio, de asociación de hombres del mismo trabajo unidos para lograr beneficios para su grupo. El proceso gremial era para poder proteger a sus miembros de la competencia y al público de las mercancías de poca calidad. También estimulaba la organización jerarquía interna de los miembros dividiéndolos entre aprendices oficiales y maestros, y reglaméntales a la acción anual de las autoridades del gremio, conocidas como vendedores. En 1601 se estableció el gremio de maestros el nobilísimo Artes de primeras letras en la ciudad de México, el virrey conde de monterrey no aprobó el segundo de sus once artículos de ordenes por que importantísimas para el magisterio.
La vida del gremio de maestros de primera letras estaba gobernada por dos veedores, electos en enero de cada año por la membrecía el presencia del juez de informaciones, los maestros mayores eran la autoridad máxima del cuerpo presidian los exámenes y visitaban las escuelas junto con los veedores.los maestros se quejaban de la falta de reconocimiento por parte de falta de respecto de parte de los años y sus padres. Los padres, por lo menos apreciaban la importancia de la enseñanza primaria. Pero de acuerdo con los informes de los preceptores, los párrocos y las autoridades municipales había gran problema de ausentismo especialmente en escuelas de gobierno. Al terminar las primeras letras alrededor de los 11 años, los niños acomodados y pobres becados entraban a los colegios mayores o al seminario para estudiar la gramática latina por dos años y después el curso de humanidades y filosofía que les garantizaba el titulo de bachiller.







Las escuelas Lancasterianas en la ciudad de México: 1822-1842

En 1822 unos hombres provenientes de México fundaron una asociación filantrópica con el fin de promover la educación primaria entre clases pobres, a su organización la llamaron compañía Lancasteriana en honor Joseph Lancaster personaje ingles.
El método llamado sistema de enseñanza mutua, o sistema Lancasteriano se difundió con rapidez no solo en Inglaterra, España y Estados Unidos del norte. La compañía Lancasteriana fue la que ganó la atención y el apoyo del gobierno y el público e impulsó el establecimiento de escuelas en toda la nación, en 1942 el gobierno nacional entregó a la compañía Lancasteriana la dirección de la instrucción primaria de toda la República Mexicana; un solo maestro podría enseñar de 200 hasta 1000 niños, lo que bajaba el costo de la educación, los alumnos eran divididos en pequeños grupos de 10; cada grupo recibía la instrucción de un monitor que era un niño de más edad y más capacidad previamente preparado por el director de la escuela. Con un sistema bien elaborado de premios y castigos y una variedad de útiles y diseños especializados.
Cada grupo de 10 niños tenía su monitor que de acuerdo con un horario, enseñaba las lecciones de escritura, lectura, aritmética y doctrina cristiana. Los monitores generales tomaban la asistencia averiguaban la razón de la ausencia del alumno, los monitores eran supervisados por el director de acuerdo con la pedagogía de Lancaster.La doctrina cristiana se enseñaba de igual forma en semicírculos, memorizaban primero el catecismo de Ripalda y el catecismo del abate Fleuri par ahundar en la explicación.






“Los congresos de introducción y sus principios rectores” “Los números favorecen a las memorias” y “La popularidad del magisterio, en la historia de la educación durante el porfiriato

La cámara de diputados formada por Justo Sierra y después uno de los principales científicos y Julio Zárate procedió a formular un proyecto que tomaba las ideas fundamentales de la ley de instrucción pública de 1867. Dicha iniciativa se convirtió el ley el 23 de mayo del año siguiente pero no entró en vigor pues uno de sus artículos establecía que el Ejecutivo de la unión tenía que decretar su reglamento. Mientras tanto surgió la idea de uniformar la enseñanza en todo el país. En 1888 se establecieron dos escuelas de instrucción elemental, una para niños y otra para niñas o una sola mixta por cada 4000 habitantes al menos, varones y mujeres debían ir a la escuela de los 6 a los 12 años de edad.
El historiador Alfredo Chavero se declaró partidario de la instrucción obligatoria sin excepción de nadie se les obsequiaban desayunos, premios pecuniarios y becas a los niños pobres. Posteriormente lo hiso notar también Francisco Bulnes, los educadores del porfiriato pensaban que a través de la educación en México se convirtieron en un país democrático; también fue innovadora ya que se unió la lectura y la escritura, suprimió la gramática para sustituirla por la lengua nacional y determinó la enseñanza de la geometría separada de la aritmética. En la ley de 1867, la de 1888 fue la primera norma educativa del Porfiriato se acentó legalmente en obligatoriedad en la educación.

Enrique Rébsamen introdujo la primaria laica, obligatoria y gratuita que habían quedado en la ley de 1888.




ORIGENES DE LA PROFECION
En los primeros años del México independiente la principal cuestión de la profesión docente era quien autorizaba ejercicio como profesión libre, el no dependía de un sistema de formación especializado si no de la autorización del ejercicio de la docencia por los ayuntamientos, por los gobiernos de los estados o departamentos, a partir de una serie de exámenes.
Entre 1885 y 1910 se intenta uniformar y centralizar la instrucción primaria del país, el gobierno federal centralizó y uniformó la enseñanza primaria, asumiendo el control de las escuelas municipales del distrito y los territorios federales, suprimió la compañía Lancasteriana y la fundación Vidal Alcocer. El gobierno de Díaz intentó y obligó exigir el título de profesional a los docentes, y esta iniciativa fue rechazada. La ENM nació para servir a la reforma pedagógica y como uno de los medios institucionales para centralizar y uniformar la enseñanza, se pretendía que fuese el ejemplo de las demás instituciones de enseñanza tanto para la normal y la versión central de la reforma pedagógica.
El magisterio dejó de ser una profesión casi libre para convertirse en una profesión de estado primero municipal y luego progresivamente federal y estatal; los maestros en servicio siguieron siendo profesores no titulados o titulados no normalistas, los órganos colegiados de la instrucción pública o de las propias escuelas normales; la difusión de las escuelas normales transformó la identidad profesional, basada en la práctica docente y en el conocimiento previo de los contenidos, también rechazaron los sucesivos intentos de reglamentar el artículo tercero en que se establecía la obligatoriedad del título de profesor para ejercer la docencia.
Los normalistas recibían mejores sueldos y puestos docentes y directivos que los maestros sin título, pero los profesores incluso los nuevos normalistas siguieron recibiendo menores ingresos que otros.


Martínez Jiménez, Alejandro “La educación Elemental en el porfiriano


La vida independiente existía en el país alrededor de 30,000 analfabetos de una total de 4, 800,00 adultos, es decir, que el porcentaje de analfabetos era de 99. 38% contra un 0.6 de analfabetos. José María de fue uno de los pocos que alcanzo a percibir la importancia y la urgencia de un plan educativo de amplias perspectivas. Según la visión de Mora, el conocimiento claro de sus deberes y obligaciones hacia sus conciudadanos y hacia la patria.
Teóricamente el método lancasteriano hacia posible la instrucción mínima –lectura escritura rendimientos de aritmética para un rendimiento considerable de alumnos. El método de la enseñanza mutua mantuvo su vigencia durante casi cincuenta años; en los gobiernos de don Benito fue el triunfo del liberalismo una de las primeras políticas evidentes fue solo un gobierno central fuerte podía imponer las condiciones de paz y orden indispensables para el desarrollo económico. La reforma educativa emprendida por Juárez y continuada por lerdo constituye en el punto de partida del proceso educativo del porfiriato, esa reforma estableció que la gratitud de la enseñanza especialmente de los pobres fuese con fondos municipales con fondos municipales o con fondos de los dueños de fincas y haciendas. José carrillo, se le conoce poco en turno a la obra educativa del ministro de baranda, fue realmente positiva, logro diseñar congruamente un verdadero sistema nacional de la educación. En 1910 Justo Sierra organiza un congreso nacional de educación en cual informa de los procesos en la materia es cada estado y se fija como línea de acción de modelo desarrollado en el Distrito.
Durante el porfiriato la educación local dejo bajo la tutela de los ayuntamientos y gobiernos estatales pero así mismo el gobierno federal pretendió dirigir y controlar la educación elemental en todo el país.






Hacia un nuevo liberalismo en la educación
Los miembros de la generación que hicieron la revolución se inspiraron, para la orientación social que dieron a sus criticas y planes revolucionarios en varias de las obras en que esos años de principios del presente siclo cayeron en sus manos, como las obras Emile Zola, que enfoca los problemas de la clase obrera en Francia, las instituciones liberales y el enfoque de los nuevos aspectos sociales fueron un problema planeado a la generación de la revolución por su medio, su situación o circunstancia. Dentro de sus limitaciones ministros de educación como Baranda y Sierra harán lo máximo por extender esta educación; Sierra, Rébsamen, Carrillo, Torres Quintero y otros más formaron a la generación que serviría de líder en las nuevas reformas tanto políticas como económicas y educativas.
Gracias a esta posibilidad surgieron instituciones educativas como la “Escuela Modelo” de Orizaba que significó una de las más destacadas orientaciones pedagógicas en las que más tarde descartarían varias de las reformas educativas de la revolución, los pedagogos Enrique Laucher y Enrique Rébsamen. Esta escuela se fundó en 1883 bajo la dirección de Enrique Laucher, su primera etapa no es sino una escuela primaria donde le llamaran enseñanza objetiva.
La escuela modelo de Orizaba llevaría poco tiempo su influencia a toda la república, varios fueron los campeones de la nueva orientación destacándose Carlos A. Carrillo, fue un educador preocupado por estimular la educación de sus educandos y no por imponerles un determinado cartabón.
Otro pedagogo de esta época fue Gregorio Torres Quintero junto con una pléyade de educadores orientó la instrucción pública hacia la formación de individuos. Dentro de este grupo se encuentran Celso Pineda, Daniel Delgadillo, Lucio Tapia, Luis de la Brenda, Ponciano Rodríguez, José María Bonilla, Jesús Sánchez, José Juan Barroso, Toribio Velasco, Francisco Angulo y otros.
Según Torres Quintero el estado representa a la sociedad y debe defender a la niñez de la ignorancia, por ello debe multiplicar los planteles educativos, y debe ser obligatoria, laica y gratuita la escuela primaria. Una escuela gratuita que abre sus puertas a todos los mexicanos sin discriminación económica, política, racial o religiosa.
Joaquin Baranda uno de los impulsores de la educación orientado a formar ciudadanos capaces de hacer valer sus derechos y sus libertades, desempeñó e informó a los maestros que en futuro muy próximo diesen al pueblo la educación adecuada al ideal liberal. Para su logro fundó la escuela normal para profesores.

jueves, 11 de junio de 2009

mexico debe dar un inpulso a la educacion tecnologica


México debe dar un nuevo impulso a la Educación Tecnológica
El sistema de educación tecnológica debe seguir siendo el instrumento esencial para impulsar el desarrollo de la nación
“México debe ofrecer un nuevo impulso a la educación tecnológica para que los sectores productivos eleven sus niveles de competitividad y el país alcance un crecimiento más alto y sostenido que lo posicione en el contexto internacional”, afirmó el Director General del Instituto Politécnico Nacional, Enrique Villa Rivera.
Durante la presentación del Libro “Educación Tecnológica y Empresa: las Instituciones de Formación Tecnológica y su Entorno del doctor Raúl Talán Ramírez, el titular del IPN y el Senador Manuel Bartlet Díaz, coincidieron en que el Politécnico, al igual que todo el sistema de educación tecnológica, deberá seguir siendo instrumento esencial para impulsar el desarrollo de la nación.
Acompañado por el autor de la obra –quien fue subsecretario de Educación e Investigación Tecnológicas y Director General del Politécnico- y los ex titulares de esta casa de estudios, Enrique Villa enfatizó que las naciones están frente al cambio de una época basada en la producción industrial a otra donde los principales bienes tienen como origen el conocimiento, fenómeno que está transformando la naturaleza de las sociedades en el mundo entero.
“Desde esa perspectiva, se requiere de políticas y programas de fomento y estímulo que, desde una visión de conjunto reconozca los ámbitos nacional, regional y local e involucrar, de manera estructurada y armónica, los esfuerzos que realicen los distintos órdenes de gobierno, las instituciones educativas, en especial las tecnológicas y los sectores productivos y sociales”, añadió.
En la ceremonia –que se realizó en el auditorio de la Escuela Superior de Comercio y Administración-, propuso la creación de sistemas regionales y estatales de innovación, a partir de nuevos eslabonamientos y sinergias entre gobiernos, sectores productivos e instituciones educativas. Puso como ejemplo los casos de China y la India, las cuales tiene un ingrediente insustituible: la formación de personal especializado en distintas esferas de la producción.
“Para el caso de México, hay una amplia aceptación de estos principios que, sin embargo, no parecen corresponderse con programas y acciones dentro del sistema de educación tecnológica nacional”, indicó.
Ante la comunidad politécnica, Villa Rivera manifestó que tal y como lo muestra el libro que sale a la luz y que fue editado por el IPN, el factor demográfico seguirá jugando un papel muy importante en los próximos 15 ó 20 años, por la composición de la pirámide poblacional. “Actualmente –dijo- más del 34 por ciento de la población es menor de 15 años de edad, lo que representa un gran potencial de demandantes de servicios educativos y previsiblemente de los correspondientes a la esfera tecnológica, como ha venido sucediendo en los niveles de secundaria y media superior en los últimos tiempos”.
Finalmente, el Director General del Politécnico dijo que esta casa de estudios celebra que uno de los miembros más destacados de su comunidad haya aportado su experiencia, conocimiento y esfuerzo en una obra, la cual se convierte en referente indispensable para profundizar sobre la educación tecnológica.
A su vez, el legislador -ex Secretario de Educación Pública y de Gobernación-, Manuel Bartlet Díaz, indicó que la obra que se presenta cobra importancia al señalar lo que el sistema de educación tecnológica ha aportado para el desarrollo del país.
El Senador destacó que la educación tecnológica tiene un objetivo social y de justicia que conlleva a una igualdad en las condiciones de vida. Enfatizó que “un país que abandona su educación es una nación perdida”. Calificó al libro como una obra “valiente”, toda vez que señala las carencias y las condiciones a las que ha sido sometida la educación tecnológica del país. Al concluir su participación Manuel Bartlet felicitó al autor quien con su basta experiencia conformó este libro que orientará el rumbo de este subsistema educativo en los tiempos venideros.A su vez, Raúl Talán Ramírez –quien curso sus estudios de licenciatura en la Escuela Superior Ingeniería Mecánica y Eléctrica del IPN y obtuvo el Doctorado en Filosofía en Ingeniería en la Universidad de California, Estados Unidos-, planteó que los países que han logrado repuntar económico y social, han fundamentado su desarrollo en la investigación científica y tecnológica.
En el evento, explicó que su obra ofrece un amplio panorama de los diferentes sistemas de formación tecnológica que operan en México y la relación de éstas con las empresas. “Esta publicación será complementada con un segundo volumen en el que se aborda el estudio de las empresas, las organizaciones empresariales y sus formas de colaboración con las instituciones de educación tecnológica”, refirió.
En la ceremonia, los asesores en educación José Antonio Carranza Palacios y Luis Benavides Lizaliturri felicitaron al doctor Raúl Talán por el esfuerzo realizado en la conformación de la obra.

los principios de la educacion en mexico


INICIO DEL MÉXICO INDEPENDIENTE

En los primeros años del México Independiente nuestro país intenta romper con un sistema de gobierno impuesto por el dominio español. Las primeras décadas se distinguen por el enfrentamiento entre dos grupos políticos que tratan de imponer la forma de gobierno que ellos creen que es la adecuada para el país. Este no encuentra la forma apropiada de gobernar, se observa al ensayar distintos tipos de gobierno (monarquía, república federal, república central y nuevamente federal) mientras el país es presa del imperialismo agresivo del siglo pasado costándole tres invasiones, la perdida de más de dos millones de kilómetros cuadrados y varios levantamientos armados.
Las invasiones de Francia, las pérdidas territoriales con Estados Unidos y los constantes enfrentamientos entre liberales y conservadores permitieron que una generación de mexicanos, que ubicamos en las dos primeras décadas del siglo XIX, tomara conciencia de lo mexicano, se sintiera orgullosamente nacionalista y se preparara intelectualmente para enfrentar a las instituciones retrógradas del país con el fin de destruirlas en forma definitiva: el clero y el ejército.

LA JOVEN REPÚBLICA Y LAS PRIMERAS INQUIETUDES EDUCATIVAS

En los primeros años de vida independiente se distinguen por sus inquietudes educativas Lorenzo de Zavala, José María Luis Mora, Valentín Gómez Farías y el conservador Lucas Alamán. Estos pensadores a pesar de sus divergencias ideológicas y concepción de la forma de gobierno que debería adoptar nuestro país, coincidían en que la instrucción “era uno de los más poderosos medios de prosperidad” por tanto, la educación no debería concretarse a enseñar a leer y escribir, sino que se hacía necesario dotar a las ciudadanos de una formación moral y política acorde al sistema de gobierno que adoptara nuestra nación. “Así pues, es inconcluso que el sistema de gobierno debe estar en absoluta conformidad con los principios de la educación”. (Vázquez 1979: 30)
Es a partir de 1833, que Valentín Gómez Farías llega interinamente a la presidencia de la república, cuando el grupo liberal va a imponer su proyecto educativo concentrado en resolver tres graves problemas para la época: primero someter al clero y evitar su injerencia en los asuntos de gobierno; segundo, disolver el ejército conservador y sustituirlo por una Guardia Nacional, y tercero, implantar una reforma educativa.
Podemos considerar que este intento de reforma, aún con sus limitaciones en cuanto a sus alcances, significó el primer intento serio, de darle a la educación la responsabilidad de formar ciudadanos con una ideología que respondiera al sistema político nacional.
La Educación, para su mejor administración, sería dirigida por una Dirección General de Instrucción Pública para el Distrito y Territorios Federales y los estados se encargarían de controlar la educación en sus jurisdicciones respectivas quienes delegarían su responsabilidad a los municipios.
Este periodo inmediato a la Independencia, pretende que la educación forme ciudadanos aptos para el ejercicio de la democracia, la defensa del territorio nacional y se fortalezcan los sentimientos nacionalista. Se descubre que se hace necesario que las escuelas incluyan el llamado Catecismo Político y nociones de historia patria; así mismo, encontramos que en este periodo le dan al país un símbolo: la Bandera, que nos identifique y en consecuencia nos distinga de las demás naciones y al final se agrega el Himno Nacional como fortalecimiento del sentimiento patrio. La nación buscaba una identidad, la educación sería la encargada de acentuarla, transmitirla y perpetuarla.

LA ETAPA LIBERAL

Al triunfo de la Revolución de Ayutla, la nueva generación de dirigentes llevaría al país por una radical reforma para salir del caos en que se encontraba. Parte de esta Reforma comprendía a la escuela, que según Juárez ejercía una importante influencia en la moral y los ideales sociales.
El Art. Tercero de la Constitución de 1857 es bastante escueto pues solo se concreta a afirmar que “la enseñanza es libre, la ley determinará que profesiones necesitan título para su ejercicio y con qué requisitos se deben expedir”. Para 1867, después del triunfo de las fuerzas liberales contra el ejército expedicionario de Napoleón III y el frustrado Imperio de Maximiliano, Juárez encarga al Dr. Gabino Barreda redactar la Ley de Instrucción Pública en la que se contempla la instrucción primaria “gratuita para los pobres y obligatoria en los términos que expondrá el reglamento”. (Vázquez, 1979:56), además Barreda se encarga de organizar la escuela preparatoria de acuerdo a principios positivistas.
La obra de Barreda es importante en varios sentidos: primeramente interpreta la historia de México desde el punto de vista positivista, para después reconocer en los liberales los salvadores de la nación y por lo tanto las fuerzas positivas que harían posible el triunfo de su filosofía. La escuela según el positivismo permitiría alcanzar “libertad, orden y progreso”, y de la preparatoria saldría el grupo selecto que llevaría los destinos de la nación. (Barreda, 1978:15)
El crecimiento educativo del México independiente hasta 1874 se vio interrumpido por las guerras constantes del país. De los pocos datos estadísticos que se tienen, revelan que al triunfo de los liberales sobre los conservadores y el imperio de Maximiliano, los esfuerzos educativos se incrementaron.

AÑO N° DE ESCUELAS
1843 1,310
1857 1,424
1870 4,570
1874 8,103

En estos cuatro años se duplicó el número de escuelas, aún cuando el incremento era mínimo ante lo ingente del problema educativo. Según datos proporcionados por Barreda solo asistían a la escuela 349,000 niños de un total de 1, 800,000.
En el gobierno Porfirista vendrían los adelantos educativos mediante los congresos nacionales de educación y la presencia de importantes pedagogos que sentaron las bases de la educación moderna de México: Enrique Laubscher, Carlos A. Carrillo, Enrique C. Rebsamen, Don Justo Sierra y otros. Estos educadores determinarían el rumbo de la educación nacional de fines del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. Se introducen las nuevas corrientes pedagógicas europeas con la llegada de Rébsamen y la influencia de Pestalozzi y Froebel. (Meneses, 1988:566)
Durante el Porfiriato asistimos a una educación elitista y de alta calidad y en donde la educación superior generalmente se realizaba en el extranjero, pues sería hasta 1910 cuando Porfirio Díaz, para conmemorar el Centenario de la Independencia, y por iniciativa de Don Justo Sierra, se reabre la Universidad Nacional.

LA EDUCACIÓN POSREVOLUCIONARIA

En cumplimiento de las exigencias sociales emanadas del movimiento revolucionario de 1910, los constituyentes de 1917 redactaron el artículo 3° inspirado en los principios de justicia social al consagrar la educación gratuita, obligatoria y laica, para que todo niño mexicano tuviera acceso a ella. Estos principios establecidos en la nueva Constitución era necesario que los pusieran en práctica y va a ser el gobierno del Gral. Álvaro Obregón cuando el país entra en la etapa constructiva y la educación recibe el impulso vital del intelectual revolucionario Don José Vasconcelos, que desde la Rectoría de la Universidad impulsa y fundamenta la idea de la necesidad de establecer una Secretaria de Estado que se encargue de la educación a fin de diseñar y administrar todo lo referente a la cultura que la sociedad del México posrevolucionario exigía.
La formación filosófica, religiosa, humanística y nacionalista de Vasconcelos se va a reflejar durante su gestión al frente de la recién fundada Secretaria de Educación Pública. Concibe su obra como una cruzada nacional que llevará al campo el evangelio de la educación. Inspirado en los religiosos del siglo XVI que realizan la conquista espiritual simultáneamente a la conquista militar, el campesino podría recibir la educación que la época exigía mediante el novedoso sistema de maestros misioneros itinerantes que se dispersaron y recorrieron miles de comunidades en donde era difícil recibir el influjo de la educación formal y de conocimientos prácticos para el pueblo campesino. Las Misiones Culturales fueron elemento fundamental en la obra educativa vasconcelista. Una vez comprobado el éxito de ellas, se fundaron las Escuelas Normales Regionales y la Casa del Pueblo. Realiza También una importante labor editorial para después de editar las obras clásicas, fundar bibliotecas para el pueblo.
Durante la estancia de Vasconcelos en la secretaría, llega a México la influencia de las ideas pedagógicas de John Dewey y su escuela de la acción que se encargó de difundir el Prof. Moisés Sáez, esto hace que a partir de esa época la enseñanza tradicional verbalista reciba la influencia de esta nueva escuela que proponía enseñar al alumno mediante la acción. La escuela del campo va a estar asociada a las actividades productivas.
Por lo anterior podemos decir, que la labor de Vasconcelos está aún presente y los gobiernos posteriores van a acentuar su radicalismo revolucionario, entendiendo muchas veces por revolucionario ser antirreligioso, lo que al final hizo estallar la Revolución Cristera.
El Callismo va a dejar como herencia un profundo sentimiento antirreligioso y las condiciones apropiadas para la modificación del artículo 3° con el fin de arrancarle al clero su influencia en la educación y así “apoderarse de las conciencias de la niñez, de las conciencias de la juventud, porque son y deben pertenecer a la Revolución”. (Vázquez, 1979:173) esta postura va a llevarnos a la etapa del cardenismo con su educación socialista.

LA EDUCACION SOCIALISTA

El cardenismo recibe como herencia del “callismo” no nada más el artículo tercero que contempla la educación socialista, sino también, el sentimiento antirreligioso. Así mismo, el cardenismo hace suyo el problema agrario que los anteriores gobiernos habían soslayado: la entrega de tierras a los campesinos. Junto a este impulso que le da al campesino, también se preocupa por sentar las bases de la industrialización del país.
Estas dos posturas del cardenismo: reparto de tierras e industrialización, serán los dos grandes rubros que van a determinar el tipo de educación de esta etapa. Una educación para el campo a través de la escuela rural en donde está presente la educación vasconcelista y una educación técnica que culminará con la fundación del Instituto Politécnico Nacional de donde saldrían los técnicos para promover la industrialización del país.
Entre los pedagogos que influyeron en este periodo, tenemos al mexicano Rafael Ramírez y los extranjeros “Makarenko, Blonski, Pinkevich y Pistrak”. (Meneses,1988: 568) Continúan las ideas pedagógicas de Dewey en donde la propuesta de la Escuela Activa se ajusta a las condiciones del campesino mexicano como escuela de la acción donde se aprendería a explotar la tierra y sentaría las bases para la industrialización.
El profesor Cupertino de la Cruz López, originario de Mazapa de Madero, Chiapas, nos describe que por educación socialista se entendía ayudar a los campesinos a gestionar obras de carácter social para la comunidad, el luchar por la formación de cooperativas de consumo, el tramitar ante las autoridades correspondientes el establecimiento de ejidos, la enseñanza de varios tipos de actividades pues la educación normal que se recibía comprendía la enseñanza de carpintería, ebanistería, sastrería, panadería, primeros auxilios, conservación de alimentos, apicultura, porcicultura, horticultura y otras más.
También por educación socialista muchos maestros entendieron la lucha que habrían de dirigir contra los terratenientes y la fundación de ejidos, este es el caso del profesor Noel López Rico y que en la región cafetalera del Soconusco organizó y participó en la fundación de siete ejidos con tierras pertenecientes a cafeticultores alemanes.
Entre otros objetivos esta educación socialista pretendía:
Integrar a la mujer a la vida nacional dándole derechos políticos y económicos. La escuela empezó por lograr la igualdad entre hombres y mujeres, implantando la coeducación, que asustó a muchos padres.
Extirpar enfermedades y vicios de la sociedad mexicana. Campaña contra la tuberculosis, parásitos, alcoholismo, juegos de azar y fanatismos.
Alfabetizar al pueblo.
La lucha anticlerical pasó a segundo plano y se combate de manera indirecta a través de las orientaciones sociales y los fundamentos de la ciencia.
En el terreno propiamente pedagógico el trabajo dentro del aula se organizaba en torno a tres complejos: la naturaleza, el trabajo y la sociedad. (Lerner, 1989: 89)
Las condiciones internacionales de la Segunda Guerra Mundial hicieron que la política cambiara de rumbo y a esta etapa “socialista” le seguirá otra que buscará la confraternidad internacional y la unidad nacional a través del gobierno de Ávila Camacho.

EL NACIONALISMO
Durante el gobierno de Ávila Camacho (1940-1946) está presente la Segunda Guerra Mundial que le imprimirá ciertas características al sexenio y a la educación. El mismo carácter conciliador del “presidente caballero” hizo que la SEP iniciara un giro que culminaría con la reestructuración del artículo 3° en donde se suprime el apartado que decía que “La educación será socialista” y contribuirá a formar en la conciencia “un concepto exacto y racional del universo y de la vida social”. Estas supresiones no alteraron el espíritu del artículo 3° que en su versión actual se origina en el periodo callista-cardenista.
Se consideró que durante la Segunda Guerra Mundial se hacía necesaria la unidad del mexicano, y el artículo 3° provocaba la división, por lo que sin suprimirlo de momento se irían introduciendo reformas que prepararían el terreno para su modificación.
Así tenemos que en 1942 la Ley Orgánica de Educación Pública contempla en alguna de sus partes que la educación: Fomentará el íntegro desarrollo cultural de los educandos dentro de la convivencia social, preferentemente en los aspectos físico, intelectual, moral, estético, cívico, militar, económico, social y de capacitación para el trabajo útil en beneficio colectivo... excluirá toda enseñanza o propagación de cualquier credo o doctrina religiosa... contribuirá a desarrollar y consolidar la unidad nacional excluyendo toda influencia sectaria, política y social, contraria o extraña al país y afirmando en los educandos el amor patrio y a las tradiciones nacionales, la convicción democrática y la confraternidad humana”. (Vázquez, 1979: 227)
Agrega que también tendría como finalidad contribuir al mantenimiento de la paz, la solidaridad y la amistad con los países de América. El programa de primaria insistía en borrar las desigualdades, y formar una nación fuerte.
Durante este gobierno se funda el Consejo Nacional Técnico de la Educación, la Escuela Normal Superior, La Escuela Nacional de Especialista, La Escuela Nacional de Bibliotecarios, El Colegio Nacional, El Instituto Tecnológico de México, el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, se restablecen la Misiones Culturales y se reestructura el Instituto Politécnico Nacional.
Cuando se consideró que las condiciones estaban dadas (1945) fue que se reinició la propaganda con el fin de preparar psicológicamente a la población para la modificación del artículo 3°. El mismo dirigente socialista manifestó que “se impone con urgencia modificar aquéllos aspectos equívocos de la redacción del artículo tercero, que por confusionistas, dan pretexto al ataque reaccionario y a una perpetua agitación contraria a la unidad nacional”. (Vázquez, 1979:231)
Si bien se le suprimió la parte que preocupaba a los conservadores, hay que reconocer que el artículo tercero en su versión actual se origina en 1934.
Los gobiernos que continúan, sin excepción han contribuido a incrementar la educación. Los sexenios de Miguel Alemán, Adolfo Ruiz Cortines y Adolfo López Mateos se ubican dentro del “desarrollo estabilizador” en el que el país dio muestras de progreso económico y social. La sociedad mexicana se va haciendo urbana, el desarrollo industrial se incrementa con la llegada de capitales extranjeros, se mantiene la estabilidad social y el peso sostiene su paridad frente al dólar. El país había logrado el llamado “Milagro Mexicano”.
El Dr. Jaime Torres Bodet, secretario de educación por segunda ocasión va a realizar una labor trascendental que hasta el momento hace sentir su influencia.
Con el apoyo del presidente López Mateos se abocó al problema de dar educación a la niñez mexicana, para lo cual era necesario construir aulas y preparar maestros. El presidente anunció que su gobierno afrontaría el problema educativo a través del Plan de Once Años mediante el cual se comprometía a construir 23,284 nuevas aulas y 51,090 plazas de profesor. Para lo primero se creó el Comité Administrativo del Programa Federal de Construcción de Escuelas (CAPFCE) y para lo segundo habilitaría el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio y se habrían los Centros Regionales de Enseñanza Normal (CREN) (Vázquez, 1979: 236. Meneses, 1988: 465). El otro acto trascendental, en plena vigencia actualmente, fue el decreto por el que se creaba la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos declarándose como obligatorios para la enseñanza primaria.
Esta Comisión la encabezaba el prestigiado escritor Martín Luis Guzmán, quien desde un principio recibió el rechazo de los grupos conservadores representados por la Unión Nacional de Padres de Familia quienes iniciaron una campaña periodística acusando a los libros de ideologizantes, contrarios a la moral cristiana y hasta de comunistas. Tiempo después se descubre que en el fondo de todo este rechazo estaban las compañías editoras que veían el fin de un importante negocio.